José Piculín Ortiz Baloncetista
De ídolo se ha convertido en un mal ejemplo desde que en 2011 cayó em malos pasos y fue sentenciado por tráfico y consumo de drogas. Pudo conseguir su libertad condicional, pero al no completar 345 de las 600 horas de servicio comunitario, lo han vuelto a encarcelar. Su caso es un espejo para quienes cree que la fama los inmuniza
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