lunes, 15 de abril de 2019

En monopatín y ropa interior: los días de Assange dentro de la embajada de Ecuador

LONDRES (AFP).- Con el cabello apenas largo, una camiseta azul y ropa interior. Así pasaba algunas de sus horas de encierro en la embajada de Ecuador en Londres Julian Assange, el fundador de Wikileaks, quien recibió asilo del entonces gobierno de Rafael Correa tras una de las filtraciones de documentos más importantes de la historia (que incluían detalles del comportamiento de los militares estadounidenses en las guerras de Irak y Afganistán) y luego de haber sido acusado de violación en Suecia.
Assange pidió protección allí en junio de 2012 para evitar ser extraditado. Y se quedó por casi siete años, hasta el jueves pasado, cuando el sucesor de Correa, Lenín Moreno,le quitó el asilo y fue detenido por la Policía británica. El actual presidente de Ecuador tomó la decisión por varias razones; una de ella, según dijo, fue el comportamiento del australiano. Los vídeos de seguridad filmados por una empresa española son prueba de esos motivos.
De acuerdo con lo publicado por el diario El País, Assange utilizaba las instalaciones de la embajada con poco cuidado. No respetaba la autoridad de los guardias. Si se disgustaba con ellos, los filmaba para tener pruebas. Se paseaba por las instalaciones desprolijo y en uno de los vídeos incluso se lo ve cómo intenta aprender a andar en monopatín, en ropa interior y junto a su asistente.
Varios en la embajada, un edificio de trescientos metros, le decían "El Juli" y se quejaban porque estaban convencidos de que los espiaba. "Se constata la sospecha de que realiza acciones de escucha contra personal diplomático, en este caso en concreto contra el señor embajador y su entorno, con el fin de obtener información privilegiada que pueda ser utilizada para mantener su estatus en la embajada", aseguró un informe presentado al embajador ecuatoriano en 2014.
Para evitar ser controlado, el ciberactivista se quedaba despierto por las noches y dormía de día. Recibía muchísimas visitas y no siempre cumplía con las reglas para hacerlo. Entregaba tarde las peticiones o no daba los informes. Entre varios más, lo fueron a ver famosos como Pamela Anderson, Lady Gaga, John Cusack, Yoko Ono y Vivienne Westwood.
"Los funcionarios y el cuerpo diplomático estaban cansados de reportajes y entrevistas, y de que Assange y su gente usaran la sala de reuniones", declaró uno de los vigilantes. Otra de las quejas era su falta de higiene: Assange no cuidaba de las instalaciones, mucho menos del baño, e incluso realizaba pequeñas artimañas, como dejar correr por demás el agua, porque siempre pensaba que lo estaban escuchando.
Defensa
La abogada de Assange desmintió las revelaciones. Jennifer Robinson, quien defiende al australiano, calificó las acusaciones de "escandalosas" y negó por completo que su cliente hubiera sido capaz incluso de manchar " las paredes con sus excrementos".
Su padre, asimismo, declaró que lo vio en malas condiciones físicas y pidió que sea enviado a Australia. "Lo vi. La manera cómo lo arrastraron en la escalera, los policías, no tenía buen aspecto. Tengo 74 años y tengo mejor aspecto que él, que tiene 47. Estoy conmocionado", dijo John Shipton. "Durante meses y meses vivió como un prisionero de alta seguridad, ni siquiera podía ir al baño, había cámaras vigilando todos sus movimientos", agregó.
Assange se encuentra en detención tras su arresto el jueves en la embajada de Ecuador en Londres, donde había encontrado asilo hace siete años para escapar a una orden de detención británica por acusaciones de violación y de agresión sexual en Suecia, denuncia que prescribió en 2015.
El australiano de 47 años fue detenido también en relación a una orden de extradición de Estados Unidos, que le acusa de haber ayudado a la exanalista de inteligencia estadounidense Chelsea Manning a obtener una contraseña de acceso a miles de documentos clasificados.

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