MADRID.- La agenda oficial que desarrollará la reina Letizia en la Argentina le ofrecerá una oportunidad de oro para brillar en el momento en el que se cumple un año de su peor momento: la llamada "crisis de las reinas", el inesperado forcejeo con su suegra al salir de Misa de Pascua, en Palma de Mallorca.
La prensa española no ha dejado pasar la ocasión del primer año de ese escándalo, que dio la vuelta al mundo y que hizo que hasta voceros de la Casa Real admitieran que fue "desafortunado".
El incidente sucedió el pasado 1° de abril. Pero ya en esta semana la prensa española evalúa lo sucedido en aquella ocasión y el fuerte impacto negativo que tuvo en la siempre vulnerable imagen de la Corona.
Letizia, hoy de 46 años, fue claramente la más castigada en imagen por el episodio -"bochorno", se dijo en España- que ella misma desató.
Qué pasó
Todo ocurrió cuando, a las puertas de la Catedral de Palma, la joven reina se interpuso ante los fotógrafos para impedir que su suegra, la exreina Sofía, posara con sus dos nietas, Leonor y Sofía.
El inesperado episodio culminó con un extraño forcejeo para impedir un abrazo de la abuela con sus nietas. El desconcierto fue enorme. Hasta el exrey Juan Carlos intervino, mientras Felipe VI mediaba sin remedio.
Fue un momento delicado, que complicó incluso al rey, cuyo papel ante su mujer y su madre quedó expuesto al debate público.
Ante la crisis, había que hacer algo y se hizo. "Hubo reunión de equipo de crisis de la Casa Real" para definir estrategias de control de daños de imagen, según trascendió.
Días después, el primer gesto de reparación salió a la luz: con extrema cortesía, Letizia hacía de asistente para abrir la puerta del auto a su suegra. Fue solo el comienzo de un esfuerzo para mostrar "buena sintonía" entre ambas.
Hoy el daño parece reparado. "Letizia ha cambiado mucho desde entonces", evaluaba esta semana el diario El Mundo.
Lo mismo sostienen otros analistas de Casa Real, que ven a la joven consorte más serena y sonriente. Incluso, dejando atrás rumores de malestar con su marido.
Por el contrario, en Buenos Aires se los verá varias veces de la mano y con gestos de afecto más propios de una relación que apenas comienza que de una que supera ya los quince años, entre adultos que se acercan a los 50.
Brilla en las giras
Si en algo se destaca la reina es en los viajes al exterior. En esos momentos se convierte en una suerte de embajadora de primer nivel.
Letizia suele sacar el mejor puntaje de imagen en esas situaciones. Estudia el papel y se esmera a conciencia para lo que se espera de ella. El viaje a nuestro país le da así la oportunidad de lucirse en lo que suele hacer muy bien, justo cuando en esta ciudad la prensa saca cuentas.
"Se está preparando con especial ahínco para esa ocasión", sostuvo el sitio El Español, de Pedro J. Ramirez, al evaluar la actividad de la reina en estos últimos días antes de partir.
La apuesta es clara. Que el aniversario de su peor error quede superado con creces y la encuentre haciendo justo una de las cosas que mejor se le da.
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