¿Hay algo peor que una plaga de una garrapata invasora? Los habitantes de Nueva York están avisado de que sí que lo hay: que dicha garrapata sea capaz de clonarse a sí misma, aumentando enormemente sus poblaciones.
En un artículo reciente se explica el caso de la garrapata asiática que está colonizando la ciudad y el estado de Nueva York. Y precisamente el problema es que se reproduce de manera asexual, y sus poblaciones están creciendo de manera descontrolada.
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De hecho, en algunos de los lugares de muestreo el incremento ha sido de más de un 1.000%. No es un error: en uno de los parque muestreados el número de garrapatas ha crecido un 1698 por ciento. Un dato realmente sorprendente.
La especie de la que hablamos recibe el nombre científico de Haemaphysalis longicornis, la garrapata asiática de cuerno largo. Y tiene la particularidad de poder pasar de reproducirse sexualmente – con un macho y una hembra combinando sus genes – a asexual, método que sólo requiere una hembra. Y claro, al poder clonarse, al poder crear copias de sí misma sin necesidad de machos, la capacidad para ampliar sus poblaciones y ocupar espacios hasta entonces vacíos es enorme.
A esto se suman dos problemas. El primero es que esta nueva especie se confunde con otra garrapata nativa, que no genera mayores problemas. La garrapata de las liebres se asienta y succiona sangre, pero no transmite enfermedades.
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Aquí entra el segundo problema: la garrapata asiática sí actúa como vector de enfermedades. Desde infecciones víricas – que pueden provocar diarreas y hemorragias – a otras bacterianas, la garrapata asiática inyecta patógenos con su picadura.
De momento, poco se puede hacer. Ya se ha avisado a la población para que estén pendientes de posibles ataques por garrapata, se está enseñando a reconocerlas y extirparlas, y existen planes para controlar las poblaciones y tratar de erradicar la invasión. Pero no hay mucho más que se pueda hacer.
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