A lo largo de sus dos décadas de matrimonio, Will y Jada Pinkett Smith han tenido que hacer frente a todo tipo de especulaciones acerca de su vida en común, a cada cual más alocada: durante una temporada, por ejemplo, la actriz Leah Remini mantuvo una tensa relación con el matrimonio tras asegurar que ambos pertenecían o al menos acudieron a algunos eventos organizados por la Iglesia de la Cienciología que ella abandonó en 2013, y entre los mentideros de la meca del cine siempre se había dado por cierto que los dos actores practicaban con frecuencia intercambios de pareja.
Sin embargo, ahora cuentan con una plataforma inmejorable para hacer frente a esas historias de forma directa y sin necesidad de intermediarios gracias al programa 'Red Table Talk' que la intérprete realiza para Facebook y en el que desde hace meses se viene sincerando acerca de temas tan personales como su relación con la exmujer de Will Smith o las dudas que tenía acerca de su futuro en común en el momento de pasar por el altar.
"Vamos a hablar de algunos de esos rumores, aunque no sea posible, pero solo para que quede claro. Nunca hemos sido cientólogos y tampoco hemos sido 'swingers'", ha afirmado el actor en el último episodio sin importarle que su suegra o su hija Willow, colaboradoras habituales del espacio, estuvieran presentes.
"Ese es un estilo de vida muy específico", ha añadido su esposa.
"En realidad nos preocupa lo que digan por vosotros, por nuestros amigos", ha reconocido su marido.
Lo que sí han confirmado que era cierto fue la supuesta crisis que atravesaron hace más de un lustro, cuando Jada explotó después de que el padre de sus dos hijos le organizara una impresionante fiesta por su 40 cumpleaños que ella interpretó como la "mayor demostración de ego" posible por su parte y le llevó a darse cuenta que su relación estaba condenada. Su solución pasó por darse el espacio necesario para reconectar consigo mismos y aprender a ser felices primero por separado antes de reconstruir su unión con nuevas reglas. En el caso de Will, se tomó dos años sabáticos que dedicó a leer libros sobre psicología del comportamiento y las relaciones y el resultado no podría haber sido mejor
"Yo nunca me voy a divorciar porque sé que nunca voy a encontrar a alguien como tú y sé que si nos separáramos me pasaría el resto de mi vida buscando en vano", ha concluido Will, aunque Jada tiene otro punto de vista: "En realidad te sale más barato quedarte conmigo".
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