Aunque muchos dicen que el sistema de partidos políticos es muy
fuerte en nuestro país, si vemos las condiciones políticas de los últimos secretarios generales de los principales partidos de República Dominicana, podríamos afirmar categóricamente que los partidos están en crisis profunda o que el brillo político y el carisma de los líderes que encabezan esas posiciones, están de vacaciones por regiones muy lejanas a la patria de Juan Pablo Duarte.
Caramba, uno disfrutaba viendo las entrevistas y las disertaciones de los secretarios generales históricos de la política nuestra, Hatuey Decamps Jiménez y Reinaldo Pared Pérez, para citar sólo dos de los grandes y emblemáticos secretarios generales que dejaron una impronta de calidad política, buena exposición, capacidad histrionica , lenguaje florido y una destreza organizativa que llamaba la atención hasta de los opositores.
Sus discursos eran magistrales, limpios y claros en cuanto a las ideas, llenos de citas históricas con datos claves para entender sus mensajes, es decir, establecían líneas discursivas maestras que obligatoriamente tenían que tomar los candidatos presidenciales para poder entrar en sintonía con las masas y multitudes del pueblo Dominicano.
Yo sé perfectamente que estamos en otra época, en la que los valores y condiciones de la retórica y la elocuencia clásica que marcó el ejercicio de la vida pública cuenta muy poco , por no decir nada, para las nuevas generaciones.
Estos pueblos veleidosos , como dijo El Doctor Balaguer en su momento, ahora les dan sus votos a cualquier patan o loco viejo para que le represente y sobretodo después que Hipólito Mejía llegó a la presidencia y tuvo al tris de volver en el 2012 , cualquier cosa puede pasar y que nadie se asombre en estos países bananeros.
Mis amigos lectores, deja mucho que desear que los actuales secretarios generales: del PLD, del PRM y de la FP pasan cantando, sus discursos y comparecencias en los medios de comunicación no generan interés ni producen debates con nadie.
Con los secretarios generales actuales, la política dominicana luce aburrida, insípida e incolora. Esos líderes, voceros principales de los partidos políticos están desentonando y bailando fuera de música.
En resumen, los secretarios generales de la actualidad presentan condiciones excelentes para hacer la primera lectura en la misa de una iglesia de campo, para encabezar la reunión de una Junta de vecinos o para coordinar los trabajos de un grupo ecológico.
Cuanta falta hacen los tribunos de épocas idas que cautivaron a muchos jóvenes para incursionar en la política y que generaban gran interés de la nación en los temas que trataban.
Ellos fueron parte importante de procesos revolucionarios y de jornadas memorables que figuran en los capítulos más hermosos de la historia Dominicana reciente. Hoy podríamos decir que estamos en una especie de España Boba, en cuanto al liderazgo de los principales partidos políticos del sistema.
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