Unos son aves de la noche y permanecen activos hasta altas
horas de la madrugada, incluso más allá del amanecer. Otros se van a la cama temprano, apenas declarada la noche para, presumiblemente, aprovechar el siguiente día incluso antes de su primera luz.
Todo ello, empero, podría ser de importante riesgo para la salud de quienes lo practican de modo continuo. En especial para su corazón.
Según datos de un extenso estudio recientemente publicado por el European Health Journal, que analizó los patrones de sueño de 88,926 adultos durante seis años, irse a dormir entre las 10 pm y 10:59 pm sería lo mejor para la salud cardiovascular.
La investigación se realizó colocando durante siete días acelerómetros -aparatos que permiten registrar los movimientos de las personas- en las muñecas de los participantes a fin de identificar y grabar la hora del día en la que cada individuo se dormía y se despertaba.
Durante los seis años que duró la investigación, 3,172 participantes enfrentaron problemas cardiovasculares y, al vincular esa situación con las horas a las que esas personas se iban a dormir, se obtuvieron conclusiones singulares. Los datos obtenidos, citó el periódico USA Today, señalan que quienes se iban a dormir entre las 11 pm y las 11:59 pm tenías 25% mayor riesgo de padecimientos cardiacos que quienes se dormían entre las 10 pm y las 10:59 pm, mientras que quienes se dormían antes de las 10 pm tenían un 24% más de riesgo.
La edad promedio de las personas estudiadas era 61 años.
Los investigadores tomaron en cuenta, además de la hora a la que se dormían, otros factores para calcular el citado riesgo, por ejemplo si las personas padecían problemas de diabetes, presión arterial o colesterol, si tenían historial de fumar, su edad, género y masa corporal y la duración y regularidad (o irregularidad) de su sueño.
Al considerar todo ello, se identificó que habría una relación
entre la hora en que se concilia el sueño y el riesgo de padecer problemas cardiovasculares.
Y se halló también que el incremento en el riesgo era más fuerte en las mujeres que se van a dormir más tarde y que los varones solo tienen un riesgo mayor cuando se duermen antes de las 10 pm.
El neurocientífico David Plans, uno de los coautores del estudio, dijo a la televisora NBC News que "aunque de nuestro estudio no podemos concluir que hay una causalidad, los estudios sugieren que horarios de conciliar el sueño tempranos o tardíos tienen más probabilidad de desordenar el reloj corporal, con consecuencias adversas para la salud cardiovascular".
Esa situación implica que prácticas como irse a la cama muy temprano o quedarse tarde viendo el programa de televisión favorito a la larga podrían producir efectos indeseables, pues el reloj interno del cuerpo, dice Plans, "ayuda a regular las funciones físicas y mentales" y, se desprende, su alteración puede afectar esas funciones.
Al respecto, habría quien se cuestionaría si el cambio de horario durante el periodo de verano que se practica en muchos países no estaría modificando ese reloj o si este es capaz de ajustarse, sobre todo si se considera que, según el citado estudio, solo una hora de diferencia a la hora de dormir incrementaría el riesgo cardiaco sustancialmente.
Otros factores que no se consideraron y podrían tener significado son la hora a la que la persona se despierta. Y la duración del sueño en general es importante: NBC News citó que los lineamientos de la Asociación Estadounidense del Corazón sugieren que dormir menos de seis horas al día incrementa el riesgo de padecer hipertensión. Y la deprivación aguda del sueño puede resultar ciertamente demoledora.
En todo caso, expertos advierten que el citado estudio no prueba que la hora a la que una persona se va a dormir produce enfermedades del corazón. Factores como el estrés, la ansiedad y la depresión y otros, señala NBC News, serían elementos que podrían ser responsables de que las personas sufran esos padecimientos cardiovasculares.
En todo caso, un buen descanso no tiene precio y quienes no duermen lo suficiente ciertamente pueden enfrentar alteraciones conductuales y físicas. Y, bueno, quien gusta de hacer la siesta quizá se preguntará si eso cuenta a favor o en contra de irse a dormir a las 10 pm.
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