WASHINGTON (AFP).- En respuesta al pedido
del presidente encargado Juan Guaidó, el líder de la opositora Asamblea Nacional que le hace frente a Nicolás Maduro y reclama con manifestaciones populares su salida del gobierno, Estados Unidos va a transportar ayuda humanitaria para Venezuela.
"Respondiendo al llamado del Presidente Guaidó, Estados Unidos está movilizando y transportando ayuda humanitaria para la gente de #Venezuela", dijo en Twitter el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.
En la masiva protesta de ayer, que tomó las calles del país y de varias ciudades en el extranjero, Guaidó anunció que en los próximos días comenzará el acopio de ayuda humanitaria en la frontera con Colombia, Brasil y en una isla del Caribe. Además, informó sobre la creación de una "coalición mundial por la ayuda humanitaria y la libertad en Venezuela".
Luego, dijo por redes sociales: "Somos un nuevo gobierno, absolutamente comprometido con generar confianza. Esa confianza no solo vendrá con ayuda humanitaria sino con el rescate de Venezuela entera. ¡Nuestro país cuenta con el apoyo del mundo!", aseguró
Guaidó, de 35 años, dijo que el paso siguiente será pedir formalmente a la Unión Europea (UE) ayuda humanitaria y la protección de activos para evitar que el gobierno de Maduro use recursos del Estado en los países del bloque.
La mirada de Maduro
El presidente bolivariano no está de acuerdo con lo de la ayuda. A su entender, abrir las puertas del país a esto daría vía a una intervención militar.
Maduro, cuyo segundo mandato iniciado el 10 de enero ha sido desconocido por gran parte de la comunidad internacional, culpa a la derecha y a las sanciones estadounidenses de la actual crisis económica (con una inflación record y desabastecimiento de alimentos y remedios) que provocó que unos 2,3 millones de venezolanos abandonaran el país desde 2015.
Esta medianoche vence un ultimátum dado a Maduro por Francia, España, Alemania, Reino Unido, Portugal y Holanda para que acepte "elecciones libres" o de lo contrario reconocerán al opositor, como ya hicieron Estados Unidos y otra docena de países.
En medio de esta polarización, la UE creará un Grupo de Contacto de países europeos y latinoamericanos durante "90 días" para buscar una salida a la crisis, mientras México y Uruguay convocaron a una conferencia con "países neutrales" el 7 de febrero en Montevideo.
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