La batalla legal que Britney Spears inició hace meses para intentar poner punto final -sin éxito- al control que su padre ejerce sobre su carrera profesional y las decisiones importantes de su vida privada ha afectado negativamente a su relación personal. Según ha desvelado ahora Jaime Spears, que continúa ejerciendo como co-tutor legal de su hija pese a los esfuerzos de la cantante para hacerle renunciar a ese cargo, hace meses que no mantiene ningún tipo de contacto con ella.
La última ocasión en la que hablaron fue cuando la princesa del pop decidió presentar una petición ante la juez que supervisa la tutela a la que vive sometida desde 2008 para solicitar que sus intereses y su patrimonio quedasen a cargo de una firma de asesoramiento financiero, especializada en este tipo de casos.
Ahora Jaime ha concedido una rara entrevista en la que insiste en que no es el villano que mucho quieren hacerle parecer y afirma además que su prioridad es asegurarse de que nadie se aprovecha de Britney.
“Quiero a mi hija y la echo mucho de menos”, ha asegurado en declaraciones a CNN. “Cuando un miembro de la familia necesita unos cuidados y una protección especial, los demás tienen que hacerse cargo de esa situación, y eso es lo que yo llevo haciendo más de doce años, para proteger y seguir queriendo incondicionalmente a Britney”.
Su abogada, Vivian Lee Thoreen, ha añadido que el cariño y el respeto que sentirían el uno por el otro resulta evidente para cualquiera que les haya visto juntos, y sostiene que ha sido el equipo legal de la artista el que ha logrado convencerla para que corte toda comunicación con su padre.
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