«La crisis sanitaria requiere de los esfuerzos conjuntos de los países y organismos especializados en la materia», recalcó Arce, reafirmando «el compromiso de Bolivia con el multilateralismo (…) respetando los principios de solidaridad e igualdad entre los Estados».
SPUTNIK
LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Luis Arce, planteó la
condonación de la deuda externa y nuevos financiamientos para enfrentar la crisis agravada por la pandemia de COVID-19, durante en una sesión especial de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
«Es imperativo movilizar las diferentes fuentes e instrumentos de financiamiento y condonación de deuda externa. En este contexto, esperamos encontrar la debida comprensión y solidaridad en la cooperación internacional», dijo Arce, en su primera participación en un foro internacional tras asumir el pasado 8 de noviembre.
El mandatario, cuya llegada al poder puso fin al Gobierno interino de un año presidido por Jeanine Áñez, señaló en la sesión «Unidos contra el COVID-19» de la ONU que Bolivia confiaba especialmente en la ayuda oficial de los Estados.
Crisis y pandemia
Arce, quien destacó el carácter democrático y legítimo de su Gobierno, dijo que la crisis política de 2019, que incluyó el golpe contra el presidente Evo Morales (2006-2019), y la «mala administración» que achacó a Áñez llevaron a la economía boliviana a un deterioro que fue agravado por la pandemia.
Esta crisis «puso en riesgo los grandes avances sociales logrados en 14 años de gestión de un Gobierno democráticamente electo», afirmó, en referencia a los tres mandatos sucesivos de Morales, en los cuales el actual presidente fue ministro de Economía.
Arce anunció que su gestión pretende poner de nuevo a Bolivia en «el camino de la estabilidad y el crecimiento económico, dando continuidad al modelo económico social comunitario productivo para devolver al pueblo boliviano la tranquilidad», que según sostuvo le fue arrebatada por la crisis política del año pasado.
El mandatario dijo que esperaba que el Gobierno pueda vacunar gratuitamente contra COVID-19 en 2021 a unos tres millones de personas, que conforman los sectores más vulnerables de los 11,6 millones de habitantes del país.
«La crisis sanitaria requiere de los esfuerzos conjuntos de los países y organismos especializados en la materia», recalcó Arce, reafirmando «el compromiso de Bolivia con el multilateralismo (…) respetando los principios de solidaridad e igualdad entre los Estados».
El nuevo Gobierno boliviano se propone lanzar en diciembre las medidas centrales de un plan de reactivación de la economía, que incluirá fuertes inversiones públicas con financiamiento externo, según anuncios oficiales.
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