fortuna personal de 1.500 millones de euros cada uno como herederos de una saga familiar que se inició con su abuelo, un alemán enriquecido durante el nazismo. Un saldo en su cuenta bancaria que les convierte en los milmillonarios más jóvenes del mundo, a sus 19 años, según el índice Bloomberg Billionaires. Por deseo y educación de su madre -a su padre lo perdieron cuando tenían 7 años- llevan una vida más o menos modesta y no hay fotos actuales de ellos.
El pasado familiar de los gemelos Flick, ese por el cual su abuelo se convirtió dos veces en el hombre más rico de Alemania y que les ha reportado una suculenta herencia hasta el punto de conseguir el privilegio de ser los milmillonarios más jóvenes del mundo, está manchado de sangre. Friedrich Flick forjó su fortuna en la industria del acero vendiendo armas a los nazis y apropiándose infinidad de empresas que les eran incautadas a los judíos durante el nazismo y la Segunda Guerra Mundial.
Juzgado en Nuremberg, fue condenado a tres años de prisión por el tribunal, que le acusó de usar mano de obra esclava para la fabricación de esas armas que posteriormente vendía a los nazis. En sus fábricas murieron alrededor de 40.000 personas según un estudio publicado en 2008 recogido por la revista Time.
Su liberación se produjo en 1950 tras un indulto más que cuestionado a manos del comisionado de Estados Unidos para Alemania que supuso la salida de prisión de varios empresarios alemanes condenados. Pero Flick no salió de la cárcel con las manos vacías, ya que le devolvieron sus empresas. 22 años más tarde fallecía, multimillonario y sin haber pedido perdón a sus víctimas. Según él, no tenía porque hacerlo porque siempre se consideró inocente de todas las acusaciones.
Tras su muerte, la fortuna cayó en manos de su hijo Friedrich Karl Flick, quien se vio salpicado por un escándalo de donaciones políticas ilegales. Intentó pasar página mudándose a Austria. Allí vivió con su tercera esposa, Ingrid Ragger, con la que tuvo a los gemelos. En 2006 moría dejando atrás millones y millones de euros para sus cuatro hijos. Porque, aunque Karl-Friedrich y Viktoria-Katharina sean los más jóvenes con 1.500 millones de euros, sus hermanos Alexandra Butz, de 50 años, y Elisabeth von Auersperg-Breunner, de 44, cuentan con el mismo montante.
De los gemelos se sabe poco. Ni siquiera se conoce su rostro. Cuentan en Time que su madre ha intentado que lleven una vida lo más sencilla y parecida a la de sus amigos, que estudiaron en un colegio público en el sur de Austria y que reciben una paga acorde a su edad. Lo demás es todo un misterio
Friedrich Flick, abuelo y artífice de la fortuna heredada por los gemelos Flick, se enriqueció vendiendo armas a los nazis y quedándose empresas de judíos. Además, fue acusado de usar mano de obra esclava en sus fábricas, en las que se contabilizan 40.000 muertos. (Foto: EFE)
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