Mientras tanto, también hay una creciente «vergüenza», así como «incertidumbre, duda y confusión» dentro de la Casa Blanca por la negativa del presidente a reconocer su derrota y seguir adelante.
SPUTNIK
WASHINGTON.- El entorno del presidente Donald Trump
cree que nunca va a aceptar una derrota, incluso después de que se certifiquen los votos en los estados disputados. El mismo Trump también ha mencionado que no va a reconocer los resultados de los comicios, si no es él quien resulta ganador.
«No esperen que ceda. Es más probable que diga algo como: ‘No podemos confiar en los resultados, pero no los voy a impugnar'», afirma un asesor, citado por el canal NBC.
Otro asesor opina que después de las batallas legales y los recuentos, lo más cercano que el presidente puede llegar a conceder es que «reconocerá los resultados y que nunca sabremos cuán precisos son».
¿Y si Trump renuncia a irse?
Pero ¿qué va a pasar si Trump se niega a dejar la Casa Blanca? Esto nunca ha ocurrido en la historia de EEUU, así que es difícil saberlo con certeza. Sin embargo, los politólogos e historiadores entrevistados por LiveScience están seguros de que no funcionaría.
Incluso si no está de acuerdo con los resultados, es casi seguro que será expulsado de la Casa Blanca, según Robert Shapiro, profesor y ex director en funciones del Instituto de Investigación y Política Social y Económica de la Universidad de Columbia.
Trump ha dicho de forma repetida y pública que espera ganar las elecciones a través de batallas judiciales en lugar de obtener la victoria en las urnas. Aunque no sea algo completamente nuevo, no es algo normal, destaca el medio.
Así, en las elecciones presidenciales de 2000, el gobernador de Texas, George W. Bush, derrotó al vicepresidente Al Gore no por tener claramente la mayoría de los votos emitidos a su favor sino por librar con mayor eficacia las batallas judiciales tras un resultado confuso en Florida.
No obstante, ahora la situación es distinta de hace 20 años. Si Trump acude a la Corte Suprema para ganar la elección, lo hará como presidente en ejercicio. Y fue él quien nombró personalmente a tres de los nueve jueces que podrían decidir el caso.
«En las elecciones de 2000, Florida fue sorprendida con la guardia baja. Nadie sabía que eso iba a pasar. Ahora, todo el mundo sabe qué va a pasar», explica Shapiro.
Además, la burocracia de las elecciones y el proceso de recuento de los votos está fuera del alcance de Trump. En términos legales, es poco lo que Trump podría hacer para mantenerse en el poder, informa el medio.
«Alguien le toma juramento [a Biden] como presidente. Podría ser el presidente de la Corte Suprema. Podría ser su abuela. A partir del mediodía del 20 [de enero], es el presidente de Estados Unidos. Todo el Servicio Secreto le reporta a él,» destaca Shapiro.
Luego, explica el experto, Biden entra en la Casa Blanca, mientras que el Servicio Secreto escolta a Trump a la salida.
«Eso es lo que sucede. Todo el servicio civil del Gobierno, cada empleado de Estados Unidos reporta a Joe Biden tras este momento», concluye el experto.
Asimismo, vale la pena subrayar que aunque Trump se ha negado a comprometerse con una transferencia pacífica del poder, no ha dicho explícitamente que rechazaría los resultados de los comicios. De acuerdo al historiador de la Universidad de Boston Bruce Schulman, ningún presidente en la historia estadounidense ni siquiera ha insinuado esta posibilidad.
«No existe tal precedente, ni nada parecido», dijo Schulman a Live Science.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario