Sierra Leona ha vendido uno de los diamantes en bruto más grandes del mundo por 6,5 millones de dólares, el equivalente a 4,8 millones de libras esterlinas.
La gema, conocida como el “Diamante de la Paz”, es aproximadamente del tamaño de un huevo y se vendió en una subasta en Nueva York.
El dinero recaudado se destinará a financiar el desarrollo de la nación africana.
El joyero de lujo británico Laurence Graff fue quien compró el diamante, según reveló Martin Rapaport, el presidente del Grupo Rapaport, la red de compañías de diamantes que dirigió la subasta.
“El 100% del valor de este diamante, es decir, de su venta en la subasta, se destinará al gobierno y al pueblo de Sierra Leona. Nunca antes había sucedido algo así”, dijo Rapaport.
En marzo, un pastor cristiano desenterró la gema en la región oriental de Kono, en Sierra Leona, y se la dio al gobierno para que la vendiera.
Rapaport comentó que antes de la subasta del lunes, unos 70 compradores potenciales vieron el diamante y recibieron siete ofertas.
“Mostramos el diamante en todas partes. Hicimos lo que pudimos y ese es el mejor precio que pudimos obtener en el mercado actual”, dijo.
En mayo se intentó vender el diamante, pero el gobierno de Sierra Leona rechazó la oferta más alta, que ascendía a 7,8 millones de dólares, en una subasta realizada en la capital del país, Freetown.
En 2003, las Naciones Unidas levantaron la prohibición de exportar diamantes en Sierra Leona, pero aun así, continúa el contrabando en este sector, valorado en 113 millones de dólares.
Durante la guerra civil de 10 años que terminó en 2002, los rebeldes obligaron a los civiles a buscar diamantes y comprar armas con los ingresos que obtenían, lo cual dio lugar al término “diamantes de sangre”.
El conflicto inspiró una película de Hollywood y también hizo que muchas celebridades fueran criticadas por usar las gemas y lanzar campañas para promocionar su comercio.
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