Wu Yongning tenía 26 años y era un acróbata que publicaba en su canal de Youtube y en la red social Weibo sus temeridades en lo alto de los rascacielos de China. Sin embargo, su última escalada le costó la vida: trató de hacer una acrobacia sobre el Huayan International Centre, un edificio de 62 pisos. Yongning colocó una cámara en el edificio de enfrente que grabó su caída. Sin embargo, el joven chino no es el único que se arriesgó demasiado….
Otros acróbatas han muerto buscando la foto perfecta para compartir con sus seguidores. Por ejemplo, en 2015, una joven rusa de 21 años murió tras caer desde un puentecercano al distrito financiero de Moscú tratando de hacer un ‘selfie’.
También en Rusia, Xenia Ignatyeva, de 17 años, murió al precipitarse por otro puente en 2014. Al caer, la joven se agarró a un cable y murió electrocutada. Ignatyeva practicaba ‘skywalking’, una modalidad de ‘selfie’ que se popularizó en el país y que consistía en subir a edificios o puentes para hacerse una foto lo más impactante posible.
La neozelandesa Toni Kelly era, antes de conocerse el caso de Wu Yongning, el último caso de este tipo. Kelly estaba en el apartamento en Londres y, al tratar de hacerse un ‘selfie’ cerca de la ventana, se precipitó por ella. Todos ellos son ejemplos de personas que, tratando de buscar el ángulo perfecto para conseguir más ‘likes’ en Facebook, Instagram o Twitter, arriesgaron demasiado su vida.
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