SALEM, Oregon, EE.UU. (AP) — Un mexicano deportado 13 veces de Estados Unidos fue sentenciado el viernes a 35 años de cárcel en Oregon tras declararse culpable de sodomía, secuestro, abuso sexual y otros cargos en agravio de dos mujeres.
Sergio José Martínez les dijo a los parientes de las víctimas que los vería en el infierno después de que se le dictó sentencia en un tribunal de Portland.
Apenas el día anterior, un jurado en San Francisco declaró inocente al mexicano José Inés García Zarate _que también fue deportado en múltiples ocasiones y vivía sin permiso en Estados Unidos_ en el caso de la muerte de una mujer por un disparo, incidente que desató una controversia nacional sobre la inmigración.
“Por desgracia, después de la exoneración de Zárate, Martínez es ahora el ‘coco’ en (la controversia) de la inmigración”, declaró su abogado Jonathan Sarre en entrevista telefónica.
Una semana antes de que cometiera los delitos contra las dos mujeres, Martínez fue puesto en libertad en Portland, donde había estado detenido bajo cargos de interferir en la acción policial y proporcionar una fecha falsa de nacimiento. La autoridad permitió que saliera de prisión a pesar de que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) había solicitado a la jefatura de policía del condado Multnomah que lo retuviera en la cárcel para que la agencia pudiera llevárselo detenido.
Oregon se convirtió en el primer estado “santuario” de Estados Unidos cuando aprobó en 1987 una ley que impide a las agencias policiales detener a las personas que vivan sin permiso en Estados Unidos pero que no han infringido otras leyes.
El jefe policial Michael Reese indicó que había vencido el plazo legal para continuar reteniendo a Martínez con base en la solicitud presentada por la agencia federal. Reese señaló que, si el ICE hubiera presentado una orden de detención penal firmada por un juez, él podría haber retenido a Martínez más tiempo.
“Él fue puesto en libertad según lo dispuesto por un tribunal. No había ninguna orden penal federal ni estatal en el momento en que él dejó de estar bajo nuestra custodia”, dijo el jefe policial, que subrayó que Martínez había sido deportado antes “y ha regresado para cometer delitos adicionales”.
El secretario de Justicia federal, Jeff Sessions, puso de relieve el caso de Martínez cuando visitó Oregon en septiembre y exhortó a las jurisdicciones locales que no cooperan con los agentes federales de inmigración a que reconsideraran esa política.
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