En California, el fuego que ha arrasado miles de hectáreas también se llevó una gran historia de amor. Charles Rippey y su esposa Sara murieron en medio de los incendios, en la casa en la que compartieron su vida y criaron a sus hijos. Con 100 y 98 años, respectivamente, son dos de las 17 víctimas fatales que dejan las llamas en el oeste de Estados Unidos.
Fue uno de sus hijos quien los encontró calcinados. El final fue dramático. Su padre bajo ningún punto de vista iba a abandonar a su madre. Y a esa edad, apurar el paso para escapar no es fácil. Por eso, seguramente, decidieron quedarse allí, juntos.
Mike, uno de los hijos de la pareja, tiene 71 años y dejó entrever que la fatalidad en este caso es una suerte: ningún familiar podía imaginar qué hubiera pasado si sólo uno de los dos hubiera sobrevivido, de acuerdo a lo publicado por el diario The Washington Post. El dolor iba a ser demasiado grande.
"Sabíamos que no había manera de que uno de los dos sobreviviera y fuera feliz. Se fueron juntos y así debía ser", aseguró.
Charles, que fue soldado de la Segunda Guerra Mundial, y Sara se conocieron en la universidad, en el estado de Wisconsin, y están juntos desde entonces. El año pasado celebraron 75 años de matrimonio. Ahora, su casa no existe. Son sólo ruinas quemadas, pedazos de porcelanas, partes de sillas de metal, piezas de vajilla. Pura destrucción para testificar tantos años de amor.
Los incendios en la región de producción vitícola del estado de California fueron letales y ya provocaron 23 muertos; además hay cientos de desaparecidos, más de 100 heridos y 20.000 evacuados.
Los focos aún no pudieron ser apagados por lo que se espera que los destrozos continúen. El fuego ya quemó más de 2.000 edificios y 69.000 hectáreas de campo.
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