Robert Nababan, de 37 años, se detuvo al ver a dos peatones imposibilitados de atravesar una calle. Cuando se bajó, descubrió qué les impedía avanzar: una gigantesca pitón de al menos siete metros de largo bloqueaba completamente el paso.
“Traté de atraparla, pero me mordió el brazo. Estuvimos luchando un rato largo”. Eso es lo que alcanzó a contar Nababan desde la cama del hospital al que lo trasladaron después del combate.
Los médicos y los familiares les pidieron a los periodistas que se retiraran, así que el relato quedó incompleto. Según reconstruyeron a partir de testigos, el guardia logró matar a la serpiente, aunque no está claro cómo.
Fuente/Infobae
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