Cada día se producen miles de nacimientos en el mundo, pero no todos son iguales. En ocasiones hay algunos que son extraordinarios por las circunstancias en los que se producen y desde luego que el último parto de Jes Hogan, una mujer de Kansas, es de esos que no se olvidan.
Tras varios días de contracciones, finalmente el pequeño Max decidió salir. El momento fue tan intenso que la madre pensó que iba a tenerlo en casa, pero su marido Travis tenía el coche preparado y rápidamente se montaron. Mientras que iban al hospital, avisaron a Tammy Karin, una fotógrafa de partos que debía inmortalizar el momento. Eran cerca de las 3 de la mañana.
Cuando estaban llegando ya al centro, se dieron cuenta que el parto era inminente. A duras penas lograron alcanzar uno de los pasillos y Jes se bajó los pantalones y se preparó para dar a luz, en un primer momento solo con la asistencia de Travis, aunque poco a poco empezaron a llegar enfermeras.
También llegó la fotógrafa, que desde el primer momento se puso manos a la obra. El resultado es una serie de imágenes preciosas que suponen un canto a la vida.
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