Santo Domingo RD. La reforma constitucional del dieciséis nació chueca, con fallas de origen que le impiden salir ahora a procurar lo que no le corresponde: que Danilo Medina se abstenga de ir a la reelección en el veinte a partir de un “blindaje” supuesto que por sí mismo comprueba la irracionalidad del aparato político dominicano.
Danilo podrá estar pensando en no ir a la reelección, pero la razón no es ni podrá ser producto de una irracionalidad política como el supuesto “blindaje constitucional” que le prohíbe a un ciudadano en pleno ejercicio de sus derechos -precisamente al Presidente de la República-, un privilegio consustancial a todos los ciudadanos.
Tampoco tiene el Partido de la Liberación Dominicana que dividirse ante un evento de esa naturaleza; a lo sumo, podría haber un desprendimiento transitorio cuya peor consecuencia sería la posibilidad de provocar una segunda vuelta electoral, y en ese caso quedaría todo subsanado con el resultado final de los comicios y el triunfo incontrastable de Danilo a partir de las proyecciones que veremos más adelante.
Es evidente que el sector de Leonel Fernández resistirá una nueva repostulación de Danilo, pero jamás hasta el suicidio como ente de poder en el PLD, y mucho menos ofrendando su cabeza al enemigo en bandeja de plataÖ Nadie en sano juicio duda que la cabeza de Leonel es mucho más codiciada que la de Danilo por parte de los grupos antisistema de la política más radicalizada.
Más que razones personales, en Leonel hay dos factores que lo comprometen en su posición radical antirreeleccionista. La de mayor peso tiene que ver con su propio ego a lo interno del partido al ver con su liderazgo omnímodo de hace apenas unos pocos años se le escapa como agua entre los dedos; el otro, una razón de ética y moral política porque está convencido que otra reelección de Danilo sólo podría imponerse modificando una Constitución que él estima “blindada” ...
... ¿Y el relevo cuándo?
El único que marcha sin prisa en esta carrera política es el presidente Medina: Para las elecciones del veinte faltan aún dos años y tres meses, pero su propia condición de Presidente lo mantiene sólo a él en la principalía del escenario y el foco público le reserva los principales espacios en la figuración nacional.
El único que marcha sin prisa en esta carrera política es el presidente Medina: Para las elecciones del veinte faltan aún dos años y tres meses, pero su propia condición de Presidente lo mantiene sólo a él en la principalía del escenario y el foco público le reserva los principales espacios en la figuración nacional.
Mientras esto ocurre alrededor de su figura, en su propio partido todo gira alrededor de si irá o no tras la reelección en el veinte, un escenario indefinido que por igual lo mantiene en el protagonismo del liderazgo interno por encima incluso del propio presidente del partido, su rival Leonel Fernández.
Es ese el escenario que más le conviene a Danilo en este momento, y es la razón fundamental por la que mantienen renuencia a dar declaraciones a la prensa cada vez que la prensa lo cuestiona sobre asuntos de interés político. Cada vez más, Danilo se muestra gruñón frente a los periodistas en la mayoría de los casos amigos suyos de muchos años.
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