Los fanáticos que presenciaron el triunfo del púgil Michael Valentín hace unos días en el Twin River Event Center de Rhode Island, jamás imaginaron el mensaje que recibirían del joven boxeador luego de su combate.
Lejos de hablar de su inmaculado récord de 4-0, de su victoria por decisión unánime a Demetrius Wilson o del buen boxeo que exhibió, el joven de apenas 18 años habló de su próximo compromiso: No dentro de un cuadrilátero, sino en un quirófano.
Valentín, de ascendencia boricua e italiana, reveló en la entrevista post pelea que padece de la enfermedad de Hirchsbrung, una condición congénita que causa una obstrucción intestinal que curre debido al movimiento muscular deficiente del intestino ante la ausencia de ciertos nervios.
El joven fue más allá cuando, en medio de su mensaje, reveló que había peleado con una bolsa colostomía y adelantó que tendrá que someterse a una complicada operación en los próximos días
“Voy a tomar un descanso después de esta pelea. Sé que me va a hacer daño, pero, durante toda mi vida me enfrenté a la adversidad. Siempre luché con una bolsa de colostomía. Y para todos los que piensan que estoy mintiendo, mírenme en este momento. Tengo una bolsa de colostomía”, sostuvo Valentín con un nudo en la garganta mientras mostraba la bolsa (minuto 46).
Sin embargo, en su inspiracional discurso, el joven prospecto aseguró que volverá a los cuadriláteros.
“Yo soy un guerrero. Lucho contra todo. Luego de esta pelea, me operaré y estará fuera alrededor de ocho o nueve meses en lo que me recupero. Pero voy a volver”, sostuvo en su emotivo discurso.
“Me voy a recuperar. ¡Seré fuerte porque soy un guerrero!”, sentenció con voz entrecortada mientras era aplaudido por los presentes.
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