Hickson filmaba la cinta indie “Ghostland” en diciembre 2016 cuando, como parte de la trama, ella tenía que golpear un panel de cristal. El director le pidió golpear con más fuerza y el panel se hizo trizas. “Durante la grabación de la escena, el director Pascal Laugier consistentemente le dijo a Hickson que golpeara más fuerte con sus puños”, lee la demanda.
“En un punto durante la filmación de la escena, y después de que le pidieran que aumentara la fuerza con la que le pegaba al vidrio, ella preguntó a uno de los productores y al director si era seguro hacerlo. El productor y el director le dijeron que sí”.
En la fatídica toma, Hickson golpear y su cabeza y parte del tronco atravesaron el vidrio, lo que provocó las cortaduras. “La señora del catering mantuvo mi cara en una pieza con servilletas en sus manos”, dijo la canadiense en entrevista. “Ella utilizó muchas servilletas por la mucha sangre”.
Imágenes del accidente son tan gráficas que han sido alteradas, pero se puede observar una cortadura amplia de su mejilla a barbilla. Parte de los morados son prostéticos y maquillaje aplicados para la grabación.
Hickson ha recibido tratamientos de laser y silicona para reparar el daño, pero ella alega que tiene mucha inseguridad. “Tras más de un año del accidente, ella tiene cicatrices permanentes en el lado izquierdo de la cara”, continua el documento legal. “Se desconoce si con más tratamiento, incluyendo cirugía plástica, pueda reducir la apariencia de la lesión”.
La rubia, quien apareció en “Deadpool”, alega que la lesión le ocasionará pérdidas de ingreso en proyectos futuros. En sus redes sociales, ella cubre la cicatriz con su cabello o mano.
El cartel de la película muestra a Hickson como una muñeca de porcelana rota.
¿Hace bien Hickson en demandar?
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