SEÚL (Reuters) - Una ejecutiva del fabricante de automóviles surcoreano Hyundai Motor dimitió tras ser acusada de presionar a sus subordinadas para que sirvieran bebidas y bailaran con altos cargos masculinos que formaban parte del personal, informó el martes la agencia de noticias Yonhap.
El movimiento global #MeToo ha crecido en Corea del Sur desde enero, generando acusaciones de conducta sexual indebida y favoreciendo la investigación judicial de figuras importantes.
El temor a las represalias es motivo de que los surcoreanos suelen ser muy recelosos ala hora de denunciar casos de acoso en el seno de empresas familiares que dominan la economía actual y de que las denuncias anónimas superen con creces a las acusaciones abiertas.
Yonhap, citando a Hyundai Motor, dijo que una empleada había presentado la denuncia mientras se preparaba para abandonar la compañía.
La empleada acusó a una jefa de presionar a las mujeres para que bailaran con hombres en una sesión de karaoke, y dijo que los hombres estaban en puestos que podrían influir en la posición de la ejecutiva femenina en la corporación, informó Yonhap.
En un comunicado, Hyundai Motor dijo que las informaciones publicadas por los medios sobre el tema no reflejaban sus puntos de vista y políticas.
"Tomaremos las medidas apropiadas sobre cualquier irregularidad o incumplimiento por parte de personas dentro de la empresa que no garanticen la igualdad en el lugar de trabajo", dijo la compañía, declinando hacer más comentarios.
Ni Hyundai Motor ni la agencia de noticias identificaron a la ejecutiva.
Hyundai Motor tenía tres mujeres ejecutivas entre su total de 298 ejecutivos a finales de 2017, según muestran sus informes oficiales.
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