LONDRES (AP) — Un tribunal Gran Bretaña falló el lunes contra los padres de un niño en etapa terminal que pidieron permiso para llevarlo a Italia a recibir tratamiento médico, después de que otros tribunales británicos lo impidieron y se mostraron a favor de suspender el soporte vital al menor.
Los padres de Alfie Evans, de 23 meses, han estado involucrados en una prolongada batalla legal con el Hospital Infantil Alder Hey por su cuidado. Tom Evans, de 21 años, y Kate James, de 20, pidieron al Tribunal de Apelaciones revocar decisiones anteriores que bloquearon el tratamiento médico adicional para su hijo.
En cambio, los jueces confirmaron el fallo de un tribunal inferior que dictaminó que llevar a Alfie a un hospital en Roma sería un error y carecería de sentido.
Algunos manifestantes reunidos frente al hospital de Liverpool lloraron ante la noticia de la decisión. Algunos corearon "¡Salven a Alfie Evans!".
Alfie se encuentra en un "estado semivegetativo" como resultado de un padecimiento neurológico degenerativo que los médicos no han podido identificar definitivamente. Tribunales inferiores han ordenado que se retire el soporte vital del niño.
El papa Francisco oró el domingo por Alfie y otros que sufren de graves enfermedades. Es la segunda vez en menos de un año que el pontífice expresa su opinión sobre el caso de un niño británico con enfermedad terminal.
En julio, Francisco habló en nombre de Charlie Gard, quien murió de una extraña enfermedad genética después de que sus padres sostuvieron una larga pelea judicial para conseguir tratamiento para él fuera de Gran Bretaña.
Al apelar los fallos de los tribunales inferiores, los padres de Alfie argumentaron que su hijo había mejorado en las últimas semanas. Pero los médicos dijeron que su cerebro ya estaba atrofiado y que su condición era irreversible.
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