¿Serías capaz de sobrevivir durante una semana entera sin tener ningún contacto con otro ser humano? Un joven llamado Joe se sometió a este experimento: sin amigos, sin visitas, sin teléfono móvil y sin salir de casa.
Detrás de esta acción se encuentra una campaña británica que revela una triste realidad: más de un millón de personas en el Reino Unido padecen soledad crónica, especialmente las personas mayores.
Acompañado solo por una cámara de vídeo con la que graba sus experiencias, el joven Joe nos va contando los pormenores de un día a día en el que tiene que estar solo en casa sin ningún contacto con el mundo exterior.
Al principio todo transcurre con normalidad, pero poco a poco la cosa se va poniendo fea. Primero son sólo detalles, como la costumbre de mirar el móvil por la mañana, pero a medida que transcurren los días en total aislamiento, la mente se va desesperando. Y es que la soledad hace auténticos estragos emocionales.
Afortunadamente para Joe, su experiencia es solo un reto pasajero. Pero para miles de personas, esa es su realidad cotidiana. Muchos ancianos lo viven continuamente: es frecuente que pasen una semana entera sin ver absolutamente a nadie. Personas como Barry, un señor jubilado al que Joe conoce al final de su horrible semana, y a quien puede comprender mucho mejor después de haber vivido en sus propias carnes el dolor de la soledad.
El objetivo último de la campaña es que la soledad se trate como una prioridad de salud pública a nivel local y nacional, desarrollando servicios públicos y actividades destinadas a paliar este problema. Entretanto, animan a la gente a participar activamente en sus barrios en iniciativas para dar a los mayores una vida más digna.
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