El suceso se produjo en el apartamento que compartían en un edificio de la calle 174, cerca de la avenida Cross en el vecindario Soundview, en El Bronx.
El jefe de detectives de la Policía, Robert Boyce, dijo en conferencia de prensa que los homicidios de las mujeres, ambas salvadoreñas y el intento de suicidio de Vega, quien está grave, es un típico de caso de violencia doméstica que desembocó en la tragedia.
Parientes de las víctimas, dijeron a medios locales que Vega, es un alcohólico incurable y que todo el tiempo aconsejaban a la mujer para que rompiera sus relaciones con él.
Ella, conducía también autobuses de la MTA.
Vega, quien ganaba $70.000 dólares al año, renunció al trabajo hace dos semanas, según reveló anoche el tabloide NY Daily News.
Un niño de 1 año, identificado como Abigail, estaba en el apartamento en el momento de los asesinatos, pero no fue tocado por Vega. El bebé fue encontrado llorando al lado de los cadáveres de las mujeres, que estaban en un charco de sangre.
Los homicidios fueron perpetrados por Vega a las 2:20 de la tarde, dijo la Policía.
Tiviñoer tenía 54 años de edad, la hija 29 y el asesino 52.
Susan fue ejecutada con un balazo en la cabeza y Sugeiry con otro en el pecho. Luego, el ex policía boricua se dio un tiro en la cabeza, pero no murió de inmediato y hasta anoche seguía en estado crítico en el hospital.
“¡Tengo que subir a ver el cuerpo de mi hija!”, gritaba la madre de Triviño, Blanca Pinto, frente al edificio de apartamentos de 12 pisos.
“¡Él mató a mi hija y a mi nieta!”, clamaba la madre de Guzmán.
Pinto comenzó a llorar cuando se le preguntó por Vega, de quien dijo era un oficial de la policía en Puerto Rico antes de venir a Nueva York a trabajare con la MTA.
“¡Le advertí e ella muchas veces sobre ese hombre malvado!”, dijo la madre en español a una batería de reporteros que la abordaron.
La hermana de Susan, Yvette Triviño dijo que parienta y Vega habían estado saliendo de vez en cuando, pero su hermana recientemente terminó la volátil relación amorosa.
“La amaba y ella lo dejó”, dijo.
A pesar de los reclamos de familiares de una relación entre el presunto Vega y Triviño, una mujer que se identificó como la esposa de Vega en la sección Pelham Parkway de El Bronx, dijo que el matador y la mujer, no estaban involucrados. Ella dijo que había estado buscando a Vega.
“Oh, Dios mío”, dijo repetidamente, mientras se apoyaba en el marco de una puerta. “He estado tratando de llamarlo”.
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